1. Presentación de la entrevista
Les dejo aquí la entrevista que realicé a Francisco Capella el pasado mes de Octubre para Students For Liberty, en la sede del Instituto Juan de Mariana. Añado además un programa escrito más extenso, donde desarrollo las ideas que planteé al entrevistado (no se limiten a ver el vídeo, lean la entrevista, en ella prologo mucho más todas las cuestiones y controversias que surgieron en el transcurso de la misma). Agradezco a Francisco Capella y a la organización (Gustavo Vargas) la invitación que me hicieron. El editor ha tenido la gentileza de incluir también un popurrí de errores y tomas falsas que, lejos de mostrar mis debilidades como entrevistador amateur, me dan una apariencia más humana y mitigan en buena medida mi habitual personalidad avasalladora y mi aspecto egregio y divino, lo que sin duda redundará en una charla menos intimidatoria, y contribuirá a acercar el mensaje liberal al común de los mortales. Espero que la disfruten (y también espero que se entienda la ironía).
2. Vídeo de la entrevista
3. Programa de la entrevista
3.1. El instituto Juan de Mariana y la libertad individual.
Me encuentro en la sede del Instituto Juan de Mariana, al lado de Francisco Capella, uno de sus principales socios fundadores. Para mí es un placer estar aquí, en compañía de Capella, charlar con él y contribuir a conocerle mejor. El Instituto Juan de Mariana es uno de los pocos baluartes del liberalismo que aún quedan en España. La defensa de la libertad no puede tener un espacio mejor que este.
3.2. ¿Quién es Capella?
Si me pidieran que motejara al interfecto en unas pocas palabras, elegiría solamente dos calificativos: iconoclasta y polímata.
Francisco Capella es miembro de honor del Instituto Juan de Mariana, pero suele defender a la escuela austriaca de una forma muy particular, con emboscadas y ataques permanentes. Su lema podría ser el siguiente: critiquémoslo todo, y si no podemos criticar, maticemos, maticemos siempre. Capella es un iconoclasta irreverente. No le importa lo más mínimo denunciar las ideas que alumbraron sus padres intelectuales, sin con ello piensa que está redimiendo algún pecado original. Para él, la verdad siempre está por encima de la paz del hogar. Capella es el perfecto polemista; siempre tiene alguna crítica que hacer. Le vemos asistir a las conferencias en silencio, concentrado en lo que se dice o se hace, y, al mismo tiempo, tomando notas sin descanso, maltratando las teclas de su pequeño ordenador portátil, que siempre va con él, como una extensión de su cuerpo, o de su mente. Cualquier idea le sugiere un aluvión de nuevas admoniciones. Capella ve mil problemas donde la mayoría no vemos nada en absoluto. El conferenciante teme el momento en el que, acabada la charla, toca responder las preguntas envenenadas que seguro le va a lanzar este espadachín de la crítica. Sabe que estas no van a ser compasivas. Capella no hace prisioneros. Esto tiene dos consecuencias opuestas. La crítica acerva siempre suele tener el efecto de un revulsivo. Estimula el pensamiento y las ideas, y limpia de telarañas las esquinas de las cabezas más complacientes. Pero, a veces también se pueden cometer algunos excesos. Capella suele hacer una enmienda a la totalidad, es un torpedo en la línea de flotación de la escuela austriaca, sus críticas son cargas de profundidad, lanzadas para destruir los cimientos que sostienen a esta escuela. Por ejemplo, cuando acusa a la escuela austriaca de ser demasiado vehemente a la hora de defender sus propios principios, o cuando afirma que no existen verdades seguras. No tengo nada en contra de las matizaciones. Pero si lo criticamos todo, incluso los principios básicos que son la razón de ser de cualquier institución académica, corremos el riesgo de cargarnos aquello que estamos intentando corregir, y entonces no nos queda nada que podamos enmendar. Hay ciertas concepciones que no se deberían tocar, igual que no se debería tocar el pilar central de un edificio en construcción. Al escuchar a Capella, a veces uno tiene la impresión de que no se puede afirmar nada. Evidentemente esto solo es una sensación. Capella también tiene principios que defiende sin concesiones. Pero a veces es excesivamente elocuente y celoso a la hora de criticar ciertas ideas de la escuela austriaca, sin las cuales nada de lo que afirma dicha escuela tendría el menor sentido.Precisamente ese carácter de polemista que le acompaña siempre, hace de Capella una persona enigmática y distante cuando no se la conoce. Sin embargo, doy fe de que en las distancias cortas gana muchos enteros; es mucho mas afable y cercano de lo que en principio parece.En cualquier caso, Capella tiene un rasgo personal que a mí siempre me atrae mucho. De todos los afectos al Instituto Juan de Mariana, él tal vez sea el pensador más interdisciplinar. Es un polímata consumado, sus conocimientos no se circunscriben a un área concreta. Normalmente existen dos tipos de comportamientos académicos, el generalista y el especialista. No hay duda de que ambos son necesarios. Pero el primero suele ser menos frecuente. El Instituto Juan de Mariana es un caso típico, hay muchos más especialistas que generalistas, casi todos son economistas o sociólogos o periodistas o abogados o financieros. No obstante, la escuela austriaca de economía es, de todas las corrientes de pensamiento, la más interdisciplinar que existe. Por lo menos es la que más se ha acercado al planteamiento de una teoría económica verdaderamente general, abordándola desde todas sus vertientes (monetaria, ética, psicológica, filosófica). Se entenderá por tanto el motivo que hace que me atraiga tanto la figura que representa Capella.
El propósito de esta charla-coloquio es conocer un poco más a fondo al personaje, repasar su vida, su obra, y por supuesto abordar también sus ideas más significativas y controvertidas. Como hemos dicho, Capella resulta bastante enigmático y distante, precisamente por ese carácter de polemista que le acompaña siempre. Por tanto, trataremos de traspasar esa carcasa con la que se reviste y con la que opera habitualmente. Y una vez abierto el melón, tal vez podamos poner en cuestión también alguna de sus ideas, devolverle con la misma moneda. Nuestro objetivo no solo será conocer su forma de pensar, sino también intentar cuestionarla allí donde podamos o nos dejen.
3.3. Hoja de ruta.
Sin más dilaciones, vamos a empezar proponiendo una hoja de ruta. Vayamos por orden. Suelen acusarme de ser demasiado sistemático en lo que hago, pero yo creo que el orden, al igual que la constancia, es una de las claves para lograr cualquier objetivo que nos propongamos. Así que empezaremos diciendo las partes en las que se va a dividir esta charla.
Comenzaremos analizando la biografía, la vida de Capella, e intentaremos sonsacar algunas anécdotas de su pasado, de su niñez y su juventud, que nos hablen de cuáles fueron sus orígenes; buscaremos que nos diga cómo llegó finalmente a descubrir la escuela austriaca y cómo consiguió relacionarse con otras personas de sus mismos gustos.
Después analizaremos el pensamiento de nuestro invitado. Concretamente, vamos a considerar la Física y la Biología en primer lugar, su importancia a la hora de iluminar el pensamiento económico, que es en lo que más énfasis pone Capella, y que yo suscribo rotundamente. Empezaremos por la Física, disciplina que nuestro entrevistado domina a la perfección (Capella es licenciado en esta materia). Luego pasaremos a hablar de la importancia que sin duda tiene también la Biología. Posteriormente hablaremos directamente de la sociología y la economía, y de cómo se relacionan éstas con las disciplinas más básicas. Y finalmente hablaremos de una cuestión un poco más controvertida, la filosofía. En principio, Capella se niega a incluir a esta rama del pensamiento dentro de la investigación seria y la cosmovisión austriaca. Cada vez que alguien relaciona a la escuela austriaca con la filosofía y rehuye someter sus axiomas a falsación, Capella le tacha de sectario. Yo no estoy de acuerdo con esto. Creo que la escuela austriaca es deudora de los principios más básicos de la filosofía, y que su negación pone en jaque todo el edificio intelectual que esta ha levantado en el último siglo y medio. En este caso, la crítica de Capella hace un flaco favor a la égida de la libertad y a la causa del liberalismo austriaco. Intentaremos poner en un brete a Capella en relación con este asunto y estaremos atentos a sus respuestas, a ver cómo sale del paso.
Por último, hablaremos de las inquietudes de Capella de cara al futuro, sus proyectos académicos, su perspectiva en el Instituto Juan de Mariana, etc.
Como he dicho, Capella tiene un rasgo personal bastante atrayente: es un pensador interdisciplinar. La escuela austriaca de economía es la corriente que más se ha acercado al planteamiento de una teoría omnímoda, que abarque todas las disciplinas académicas, no solo las ciencias sociales. Se entenderá por tanto la importancia que tienen y la significación que debemos dar a este tipo de representantes del austrianismo económico.
Es más, estoy tan convencido de que ese carácter interdisciplinar es la seña que mejor define a la escuela austriaca, coincido tanto con Capella en cuanto a la búsqueda de una fundamentación que exceda de una vez por todas lo meramente económico (física, biológica), que no puedo dejar de pensar que incluso el propio Capella se queda corto en este propósito. Capella suele decir que hay que ir más allá de la escuela austriaca. Por mi parte, coincido tanto con esta visión que pienso que hay que ir incluso más allá de Capella. Es decir, no nos podemos limitar a la biología o la física. Debemos encontrar también una fundamentación filosófica, no solo científica. Si algo caracteriza a la escuela austriaca es su carácter esencialmente filosófico, la adopción del método deductivo y el dualismo metodológico, en contraposición con los positivistas y los historicistas del siglo XIX, y la afirmación de que existen verdades evidentes de las que se puede partir para acometer un razonamiento lógico. Si nos olvidamos de esto, estaremos ignorando la razón que hizo nacer a la escuela austriaca de economía. Para mi decepción, Capella es renuente a aceptar el método filosófico que implicaría la aceptación del dualismo metodológico. Resulta irónico que el miembro del Instituto Juan de Mariana que más aboga por ampliar la visión de la economía, se mofe luego del método que más hace por expandir y completar esa visión global, a instancias de la ciencia, pero sobre todo teniendo en cuenta la filosofía.
3.4. Biografía de Francisco Capella.
3.4.1. Currículo.
Francisco Capella es licenciado en Ciencias Físicas (Astrofísica, Universidad Complutense de Madrid); realizó estudios de postgrado en Astrofísica (Instituto de Astrofísica de Canarias y Universidad de La Laguna) y en Inteligencia Artificial e Ingeniería del Conocimiento (Facultad de Informática de la Universidad Politécnica de Madrid); ha completado un Máster Oficial en Economía de la Escuela Austriaca
3.4.2. Pero vayamos a los orígenes, háblanos de cómo fue tu infancia y tu juventud.
¿A qué se dedicaban tus padres, cómo era el núcleo familiar en el que te educaste? ¿Qué hechos significativos marcaron esos primeros años de tu vida? También me interesa saber cuándo te empiezas a interesar por la física, la biología, la economía, en qué orden llegan a tu vida esos afanes intelectuales y por qué motivos.
3.4.3. Interés por la física.
Me consta que tu elección académica fue fruto de un pensamiento que algunos considerarían un tanto arrogante. En aquellos años tan decisivos, Capella creía que las humanidades eran para perdedores y que las ciencias exactas, al ser más difíciles que las otras, estaban destinadas a estudiantes con un expediente académico más alto.
Yo no soy físico, pero le debo mucho a la física. La física, concretamente la astrofísica, fue lo que despertó mi curiosidad y motivó mi asombro por el mundo. Siempre recordaré con gran cariño las primeras lecturas de los libros de Carl Sagan. Me gustaría saber si Capella sintió la misma atracción por los fenómenos físicos, y si esto le llevó en parte a estudiar esta ciencia, o por el contrario su elección fue fruto de una deliberación completamente calculada, es decir, si se debió exclusivamente a un razonamiento elitista relacionado más con la destreza intelectual y la aplicación práctica, que con el puro deseo.
3.5. Teoría de Francisco Capella
3.5.1. Física
3.5.1.1. Influencias de la física en la economía
¿Es posible que la física pueda servirnos para mejorar una teoría económica? ¿Puede la física influir de ese modo? ¿Sacamos de su estudio alguna lección para la economía?
3.5.1.2. Ejemplos concretos: mecánica cuántica.
Hasta ahora no se ha conseguido unificar la mecánica cuántica con la relatividad general, el microcosmos con el macrocosmos. ¿De qué modo eso puede influir en el análisis de los sistemas sociales que pertenecen al macrocosmos? Es decir, muchos piensan que la incertidumbre inherente en el mundo de los átomos es aplicable al mundo de los hombres. Sabemos que en el microcosmos una partícula no tiene una posición concreta y que esto no es solo fruto de un problema de incertidumbre en el análisis, es decir, nos consta que objetivamente eso es exactamente así. Pero en la economía es fundamental identificar a la persona concreta y determinar su posición particular, su individualidad, su propiedad, sus bienes, etc… La defensa de la propiedad privada se basa precisamente en eso. ¿Qué les diría Capella a aquellos que intentan fusionar el microcosmos con el macrocosmos antes incluso de que lo hagan los físicos, aquellos que intentan sacar lecciones del microcosmos para interpretar la realidad del macrocosmos, en este caso, la realidad social?
3.5.2. Biología
3.5.2.1. Influencias de la Biología en la economía.
Capella ha dicho en repetidas ocasiones que la Biología está más próxima a la Sociología que la Física, y que por tanto tiene más que decir sobre esta. Me gustaría que nos dijera por qué cree esto y cuáles son esas aplicaciones de la Biología al campo de la Economía. Yo creo que si la Biología es más significativa es simple y llanamente porque la teoría de la evolución es en cierto modo una teoría metafísica, que nos habla de cosas que existen o que dejan de existir, y que por eso se puede aplicar a todo lo que vemos. Pero Capella no cree en la Filosofía. ¿Cómo defiende él entonces esa relación? ¿Qué opina Capella sobre esto, que ejemplos existen?
3.5.2.2. Ejemplo concreto: los organismos pluricelulares.
Me consta que Capella habla de la aparición de organismos multicelulares y de cómo sirve esto para ilustrar el proceso cooperativo del mercado. En este sentido, cualquier paso de lo individual a lo plural, en el ámbito de la naturaleza, nos sirve también para ilustrar el proceso cooperativo al que se abocan de forma espontánea los individuos humanos. Tal vez, aquella idea de Adam Smith en la que éste venía a resaltar la importancia del interés personal del panadero a la hora de contribuir al bien común de la población no sea, después de todo, un concepto únicamente económico, sino que tenga un fuerte arraigo en la naturaleza. Esto nos hablaría de una teoría económica firmemente fundamentada en la realidad general.
3.5.2.3. Ejemplo concreto: la moralidad.
Otra de las cuestiones de las que nos habla Capella, que también sirven para apreciar esas relaciones entre la biología y la economía, es la moralidad. La moralidad humana se basa en reacciones de supervivencia que tienen un arraigo claramente instintivo. Muchos comportamientos se deben a la mera supervivencia, y entre ellos destacan todos los que tienen que ver con la moral. Solemos considerar las cosas como buenas o malas dependiendo de si nos permiten seguir existiendo o por el contrario nos conducen a la desaparición. Me interesa que Capella nos guíe un poco por estas ideas.
3.5.2.4. Ejemplo concreto: la Sociobiología. Cooperación versus competencia.
Una de las ramas de la Biología que mas enfatiza la relación entre naturaleza y sociedad humana es la Sociobiología, cuyo padre es Eduard Wilson. En repetidas ocasiones hemos visto a Capella recomendando algunos libros de este autor. ¿Qué aplicaciones de la Biología a la Economía nos aporta la Sociobiología?
La Sociobiología nos permite entender mejor el proceso social. Vemos que la cooperación y la división del trabajo están ampliamente extendidas en el reino animal y que también son importantes en las sociedades abiertas, donde las capacidades para interaccionar con otros y coordinarse con ellos se ven enormemente favorecidas por las condiciones de libertad que disfrutan dichas sociedades. Pero, ¿cómo compaginamos la cooperación social con el egoísmo? ¿Cómo relacionamos la propiedad privada o el interés propio que defienden los liberales con las sinergias que también han de darse en un sistema social colaborativo? Para mí la cooperación y el interés propio son completamente compatibles. Lo único que hace falta es entender que la cooperación siempre ha de ser voluntaria. Entonces comprenderemos que toda colaboración se produce como consecuencia de algún interés o motivo ínsito en la mente del individuo que decide cooperar.
La naturaleza nos da ejemplos de parásitos que tienen gran éxito como resultado de sus adaptaciones. ¿Por qué debemos entonces criticar y rechazar la actitud parasitaria de algunos grupos privilegiados? ¿Son los estados un ejemplo de parasitismo exitoso?
Si la cooperación libre entre individuos acontece siempre y cuando se den las condiciones de libertad necesarias para ello, y si en la naturaleza estas condiciones no son generales, pues existen evidentes casos de parasitismo, entonces, ¿es necesaria una cierta política de control, una constitución que plasme por escrito las normas que provean a la sociedad de esas garantías? ¿A la luz de estos estudios, que le dirías a un liberal en ciernes, debemos defender el minarquismo o el anarquismo de mercado?
Existe también un mal uso de la Sociobiología: el darwinismo social. Esta mala interpretación también nace como consecuencia de afirmar que la teoría de la evolución se puede aplicar al estudio social. Pero en muchos casos, dicha aplicación es fallida ¿Qué les diría Capella a todos aquellos que confunden el darwinismo con esa aplicación social bajo la cual se ha llegado a justificar incluso el genocidio? ¿Depende el darwinismo social de una construcción cultural inventada?, ¿es fruto del desconocimiento y ninguneo de la autentica Biología?
3.5.2.5. Ejemplo concreto: la definición de vida.
Coincido con Capella en afirmar que la vida se puede definir en pocas palabras y que el problema de su definición es en realidad un problema falso. Sin embargo no coincido con él a la hora de abordar algunas cuestiones más técnicas. Para Capella la vida aparece cuando surgen los primeros agentes autopoyéticos, estructuras que se crean a sí mismas. Me gustaría que explicara un poco esta postura y poder después entrar a discutir sobre ella.
Capella afirma que la replicación viene mas tarde. Yo en cambio pienso que el replicador no es más que la estructura física básica que permite la autocreación y la autopoyesis. La autogeneración provoca reproducción, según Capella. Yo pienso que la reproducción es el origen de la autogeneración. Aquí tendríamos que diferenciar dos visiones distintas en cuanto al origen de la vida, los holistas y los reduccionistas. Los reduccionistas de la Biología suelen fijarse en la replicación de las moléculas para aquilatar la causa que da origen a la vida. La replicación es un proceso físico-químico fundamental. En cambio, quienes solo desean analizar las propiedades emergentes, suelen tener más apego por todas aquellas ideas que hablan de sistemas entrópicos disipadores de energía. Los reduccionistas no negamos el hecho de que los sistemas vivos tienen que ser sistemas abiertos que disipan energía y que cumplen la segunda ley de la termodinámica. Pero nos negamos en rotundo a aceptar que esa disipación sea la causa última de todo. La disipación de energía apela directamente al sistema en general, el cual debe producir más desorden en su entorno que el orden que se genera con la disposición de su estructura. Esta visión es holista. Advierte un fenómeno neto, una especie de conjunción material que se resuelve con una disipación global y un desorden universal. Pero no enfoca el asunto en el proceso físico concreto que lleva a los sistemas a comportarse de esta manera. En cambio, la replicación si es un fenómeno físico concreto, que nos permite entender por qué la materia inorgánica acaba complicándose de la manera que lo hace. La replicación es el proceso que mas habitualmente señala el reduccionista de la biología. Ese debe ser el mecanismo que nos aporte las claves para entender este fenómeno tan singular, el origen de la vida. No cabe otra manera de interpretarlo. Tampoco se deben contraponer los sistemas autopoyéticos con los sistemas replicativos. En el fondo, un sistema autopoyético es un sistema replicativo sensu estricto. La autopoyesis designa un sistema capaz de reproducirse y mantenerse por sí mismo. Y la forma de reproducción más básica de todas es la replicación molecular. Una estructura material adquiere moléculas del entorno y las ordena en un sistema complejo, solo cuando consigue replicarse. La replicación permite la complicación. Y la complicación permite una acción de mayor calado, más elaborada. Dichas acciones son precisamente las que describen todos los teóricos de la autopoyesis cuando hablan de sistemas capaces de autoabastecerse de elementos y construirse a sí mismos. No obstante, hay que entender que esa construcción proteica, esas máquinas moleculares que se reúnen para disipar energía, se basan en cualquier caso en el hecho replicativo de las moléculas. Evidentemente, cualquier sistema que se crea tiene que disipar energía, y más aun si el sistema en cuestión adquiere una complejidad cada vez mayor, que tiene que compensar produciendo un desorden más grande en su entorno. Pero esta no es la razón básica de su existencia. La disipación es solo una condición que tienen que cumplir como estructuras que son. En lo que hay que insistir es en el motivo último de esos ordenamientos, que no es otro que el proceso de la replicación y la copia interna.
3.5.2.6. Ejemplo concreto: el libre albedrio y la libertad individual
El determinismo físico es una de las cuestiones que trae de cabeza a más pensadores y estudiosos de la naturaleza, todos ellos preocupados por entender mejor el mundo que les rodea, del que forman parte inseparable. Unos lo rechazan sin paliativos, mientras que otros lo defienden sin hacer ningún tipo de concesión. En este debate no existen medias tintas. Están en juego muchas cosas. El determinismo echa por tierra las esperanzas de muchas personas, las cuales desearían que sus comportamientos estuviesen impregnados de un aura misteriosa, o que al menos no fuesen objeto del mismo tratamiento que damos a los instintos animales o a las cosas inanimadas. Pero me interesa sobre todo ahora esa forma de trascendencia que aplican también algunos pensadores liberales. Ciertos liberales con ascendencia de sociólogos aducen que el determinismo biológico o físico que suelen requerir en sus tratados los científicos y los naturalistas para describir el mundo, es incompatible con la libertad individual que ellos defienden en sus estudios sociológicos. Les resulta difícil comprender que nuestro cerebro es un producto más de la evolución, y aunque admiten esa teoría en casi todos los casos, cuando se trata de describir la mente humana siempre se cuidan de hacer una clara separación. Argumentan que la mente y la consciencia tienen “un algo” inmaterial que permitiría de algún modo rehuir las leyes físicas de la naturaleza. Esta sustancia mágica convertiría las reacciones químicas en algo distinto. Una especie de fuerza mística, que nunca acaba de definirse, habría invadido en algún momento de la evolución la masa encefálica del homo sapiens, y le habría otorgado la capacidad de elegir sin que medie en el proceso ningún factor mecánico, externo o interno. Llaman a esa capacidad del hombre para poder actuar al margen de la naturaleza libre albedrio. Pero yo digo que no es más que una nueva forma de convertir al ser humano en un individuo especial, numinoso, igual que lo han sido todas las creencias que a lo largo de la historia han intentado rebatir la edad de la Tierra o la teoría de la evolución. ¿Qué opina Capella sobre el determinismo?
3.5.3. Economía y sociología
La Sociología y la Economía (la reina de la sociología) tienen que ser disciplinas que recojan las enseñanzas de la Física y la Biología y las apliquen al comportamiento social del hombre. La Física y la Biología son más fundamentales que la Economía y esto se tiene que reflejar en cualquier proposición teórica que hagamos. Ya hemos hablado de todo esto. Ahora vamos a ver más específicamente en qué se traducen estas influencias. Vamos a abordar directamente la economía. Para ello, analizaremos todas las polémicas que surgen en torno a esta ciencia social. Si por algo se caracteriza la economía es por el grado de controversia que genera entre los partidarios de los distintos movimientos. Por consiguiente, el repaso de todas estas animadversiones nos permitirá componer una imagen general del estado en el que se encuentran a día de hoy las ideas relativas al mercado y la ordenación social. A su vez, esas desavenencias también nos permitirán ver con mayor nitidez las zonas fronterizas que demarcan el terreno ideológico de cada movimiento, mostrándonos aquellos lugares donde la controversia se vuelve más intensa y donde todos se esfuerzan por pulir y mejorar sus propios argumentos.
3.5.3.1. Primera disputa: La teoría moral. Moralistas iusnaturales frente a moralistas kantianos. Los moralistas iusnaturales afirman que el estudio de la ética debe basarse en leyes naturales. En cambio los kantianos aseguran que la moral solo debe regirse por el deber y la obligación, esto es, por una especie de autoimposición que venza a los instintos y se sobreponga a ellos. La influencia de la Física y la Biología y su comparación con la Economía hace que nos decantemos por la visión iusnaturalista, ya que nos lleva a observar la importancia que tienen ciertos aspectos de la naturaleza en el desarrollo y desempeño de la moral humana, lo cual conduce a su vez a admitir una dualidad legislativa que el propio Capella suele resaltar en sus charlas: leyes descriptivas (de la naturaleza) versus leyes prescriptivas (de la ética). Al fin y al cabo esta es la misma diferenciación que hace Hayek entre Cosmos y Taxis. Háblanos un poco de la diferencia entre leyes descriptivas (naturales, físicas) y leyes prescriptivas (sociales, éticas) y también de lo que tienen en común.
3.5.3.2. Segunda disputa: La teoría del Estado. Dentro de la propia escuela austriaca existe también mucho debate y controversia. Como diría María Blanco, existen varias tribus que continuamente se están peleando. Creo que coincidimos a la hora de clasificarlas: evolucionistas, anarcocapitalistas y minarquistas. Pero tú dices que todas se equivocan en algo. En el congreso de economía austriaca de hace dos años yo expuse una clasificación idéntica, pero defendía ahí que una de las tres corrientes es en cierta medida superior a las demás. Tu en cambio afirmas que todas tienen cosas aprovechables y otras que son claramente desechables. Me gustaría que nos explicaras tu postura a este respecto. ¿Cómo se puede afirmar que todas merecen la misma atención si cada una plantea una solución distinta y en conjunto abarcan todo el arco iris de soluciones que ofrece el liberalismo?, ¿no sería el minarquismo la postura más elegante, al ser precisamente la mas inclusiva, tal y como tu defiendes? El minarquismo tiene en cuenta el Cosmos y la Taxis, las leyes naturales (el orden espontáneo) y las leyes artificiales (instituciones estatales). ¿No es esta la postura a la que tú te suscribes?
3.5.3.3. La teoría monetaria. Si hablamos de disputas no podemos pasar por alto las disensiones que Capella mantiene con Huerta de Soto. El instituto Juan de Mariana surge como un embrión a partir de las reuniones que se realizaban en torno a los seminarios de Huerta de Soto. Pero luego se ha ido distanciando en algunas posturas. La más importante de esas desavenencias tiene que ver con la teoría de los bancos, el famoso coeficiente de caja del 100% y su oponente, la reserva fraccionaria. Capella ya ha expuesto su punto de vista en diversas ocasiones. Pero me gustaría que nos dijera cual es la razón fundamental para defender la reserva fraccionaria.
Si es verdad que existe una especie de especulación generalizada que da lugar a la burbuja crediticia, y si es cierto que todos los agentes de la sociedad acaban incurriendo en esa ilusión, ¿no sería bueno que existieran unas medidas de control para enfriar esa situación, dentro de las cuales se podría considerar el coeficiente de caja del 100% que defiende Huerta de Soto como una de ellas?
3.5.3.4. La teoría del marketing. Hasta ahora hemos comentado las disputas que se producen dentro de casa. Pero también existen disputas con otras corrientes de pensamiento contrarias al liberalismo. Aquí tenemos que preguntarnos varias cosas. ¿Por qué los enemigos son legión? ¿Por qué no suelen ser frecuentes las ideas del liberalismo? ¿Por qué suele triunfar siempre el colectivismo? Y en último lugar, ¿por qué no son tan frecuentes las mujeres dentro del instituto Juan de Mariana? ¿Tiene esto algo que ver con lo anterior? Evidentemente, a todos nos gustaría que fueran más comunes, pero cuales son las causas. Algunos hablan de factores sociales. Pero yo siempre creo que los acontecimientos sociales tienen en último lugar unas causas biológicas. Me gustaría que Capella nos hablara de sus impresiones a este respecto.
3.5.4. Filosofía y metodología
3.5.4.1. Epistemología.
En primer lugar vamos a acotar las definiciones. La noción de Gnoseología y la de Ontología suelen ser objeto de confusión con bastante profusión. ¿Podría darnos Capella una definición de ambas que facilitara su diferenciación?
3.5.4.1.1. Método de la Filosofía.
Para Capella la fundamentación de la escuela austriaca llega hasta la Biología, o como mucho hasta la Física. Pero no va más allá. Deja de lado la Filosofía; no acepta la Filosofía como método racional. Yo creo en cambio que hay que ir más allá de Capella y aceptar también esta disciplina. La escuela austriaca se fundamenta en las declaraciones de Menger, el cual era evidentemente un dualista. Menger enfatizó el método deductivo de la razón pura por encima del método empírico que pregonaba la escuela historicista, lo cual le valió profundas críticas en el seno de esta escuela. Por tanto surge una pregunta que me gustaría plantearle al entrevistado. ¿Cómo se puede ser austriaco y negar la filosofía? ¿Qué es entonces el dualismo metodológico?
¿Existe para Capella alguna disciplina filosófica rescatable? Sabemos que Capella repite siempre esa clasificación que hacían los antiguos (metafísica, gnoseología, lógica, ética, teología). Pero luego rechaza la filosofía. ¿Hay alguna de estas disciplinas que justifiquen la filosofía?
Yo he dividido el pensamiento en gnoseología, metafísica y física. Para mí la teología no tiene cabida en una filosofía racional, y la lógica es una parte constitutiva de la gnoseología, esto es, de las herramientas de trabajo. Por otro lado, la ética es el estudio de las reglas y los valores que avalan a la sociedad civil y por tanto pueden ser integradas dentro de la metafísica como una de sus implicaciones más importantes. Por eso yo divido el conocimiento exclusivamente en gnoseología, metafísica y física. ¿Cuál es la división de Capella?
3.5.4.1.2. Método de la ciencia.
Me consta que Capella es un defensor declarado de la falsación popperiana. Cabe resaltar que Popper propuso el método de la falsación para establecer un cordón sanitario y un límite de demarcación con el que poder diferenciar las teorías científicas y racionales de aquellas otras que no lo eran (de aquellas que no se someten a prueba y que siempre se justifican a pesar de que la realidad se empeñe en demostrar lo contrario). Y precisamente esa proposición que no era científica y que inspiró a Popper para presentar alguna prueba que la desacreditara como teoría fue el ideario del comunismo, la misma que insta a los liberales austriacos a ponerse en guardia y a enseñar los dientes. Cuando Popper se dio cuenta que sus correligionarios en el partido comunista justificaban cualquier matanza de civiles, se percató también de cuál era el problema que arrastran todas las ideas irracionales, que no es otro que el de defender unos planteamientos completamente blindados a la refutación y la corrección. Así, mientras la ciencia evoluciona por prueba y error, y esto le permite ir aproximándose paulatinamente a la verdad, las ideas irracionales persisten en la mentira porque no aceptan ninguna corrección. Por tanto, el comunismo no solo sería una teoría política fallida, también sería una teoría completamente irracional. Para sus acólitos, toda matanza que se haga en nombre de la causa, sirve para demostrar que se está en el camino correcto. Sin embargo, esto solo demuestra que la causa no tiene ninguna justificación racional y que lo único que se busca es imponer una verdad artificialmente creada.
Para enfatizar este aspecto tan importante del liberalismo, Capella habla a veces del sesgo de confirmación, el cual viene a decir que siempre tratamos de defender las propias ideas sin contrastarlas con los demás. En cambio, la mentalidad científica consiste en cargarse las ideas propias, lo antes posible. ¿Por qué es bueno esto, por qué son tan buenas las ideas de Popper para la economía?
3.5.4.2. Metafísica.
3.5.4.2.1. La justificación lógica de los axiomas. Capella aspira a reducir el pensamiento de la escuela austriaca a través de una interpretación biológica de sus postulados. En alguna ocasión ha insistido en la necesidad de reconocer que la biología es más fundamental que la praxeología. No tengo ninguna objeción a este respecto. Convengo con Capella a la hora de afirmar que debemos basar la acción humana en algunos conceptos de la biología y la evolución. Y estoy tan comprometido con esa idea que incluso pienso que Capella se queda corto. No solo hay que ir más allá de la escuela austriaca. Hay que ir más allá de la escuela de Capella. Capella apenas toca el tema de la filosofía. Las pocas ocasiones en las que recomienda la lectura de algún filósofo siempre acude a la bibliografía de Daniel Denett, que no es un filósofo puro sino un filósofo de la ciencia.
Muchos praxeólogos no comprenden bien las bases biológicas de la economía austriaca. Este es un fallo que no se cansa de repetir Capella. Pero Capella también acusa otra carencia. No comprende que el pensamiento de la escuela austriaca tiene raíces mucho más profundas, que arraigan en el terreno de la ontología y la filosofía.
En la universidad de verano que organiza todos los años el Instituto Juan de Mariana, Capella ofreció una charla que llevaba por título «Más allá de la escuela austriaca». Con ella movió la conciencia de algunos asistentes, que no se reconocieron en ese espacio supraeconómico. Así, algunos de ellos se pusieron a hablar de evolución sacando a relucir algunas supuestas fallas de dicha teoría. Todos coincidían a la hora de afirmar que la evolución ha terminado por detenerse con el hombre, el cual es libre para ir en contra de los mecanismos de supervivencia que instan a las demás especies. El hombre ya no se comporta para optimizar su éxito reproductivo. Pero esta es una creencia falaz que se basa en una cierta incapacidad para reconocer el núcleo central de la teoría, así como sus implicancias particulares. Un rasgo o un comportamiento no tiene que ser directamente adaptativo. Vivimos en un mundo de cuatro dimensiones. Tal vez una acción o un rasgo de nuestra conducta no sea hoy lo mas adaptativa que se podría esperar. Pero existe porque en el pasado sí que lo fue. Y no tiene que ser un pasado muy lejano. También puede ocurrir que el beneficio no sea inmediato. Puede que mi acción me beneficie a medio o largo plazo y que la adaptación no se vea de inmediato. Otras veces es el espacio el que juega un factor decisivo. A lo mejor esa acción no provoca un beneficio directo en el entorno más cercano. No obstante a través del beneficio de los demás también es posible que yo salga beneficiado. Existe incluso un tipo de mutación que se explica con la teoría neutralista y que no es beneficiosa ni perjudicial, se extiende en la población por deriva genética, y se mantiene en el tiempo como si hubiera sido seleccionada positivamente. Pero además existen actos y rasgos que pueden empeorar una situación dada y que, mientras no hagan desaparecer por completo al individuo, perviven en él. Se puede considerar que son actos de una entidad que existe y sobrevive, aunque su persistencia seguramente se vea dañada a largo plazo. En definitiva, somos seres que habitamos el espacio y el tiempo, mostramos rasgos adaptativos dentro de ese contexto, y hay que tener en cuenta todas estas circunstancias. Muchas veces, existen adaptaciones que pueden quedar ocultas a nuestro entendimiento porque no consideramos suficientemente esas distancias en el tiempo y el espacio.
¿A dónde quiero llegar con esta digresión? Deseo señalar que existen algunos principios que incumben a todas las cosas, también al hombre. Y que por eso también se deben reflejar en este. El hombre no detiene la evolución. El hombre continúa evolucionando. Todo evoluciona. La evolución no es otra cosa que la persistencia del ser, su existencia continua. Para mí la falsación de Popper es fundamental en el ámbito científico, donde la prueba juega un papel esencial. Pero no puede aplicarse a una cosa tan básica y evidente como es la libertad individual y el individualismo. La individualidad es condición de posibilidad de la existencia. Hay principios existenciales que justifican la metafísica y que estarían reclamando su diferenciación con la ciencia y la empiria. Por ejemplo, lo bueno te mantiene, lo malo te destruye. Capella también rubrica esta afirmación siempre que puede. No obstante, al usar estos términos existenciales lo que estamos es legitimando la metafísica, la persistencia del ser, que dicen los filósofos. No en vano, la supervivencia de la que hablan los biólogos y la persistencia a la que se refiere Platón, Aristóteles o Espinoza, vienen a ser dos conceptos intercambiables. Para mí, la teoría de la evolución es una teoría metafísica. Existen algunos fundamentos tan esenciales que no precisan demostración (falsación). Se llaman axiomas. La individualidad es un axioma. ¿Qué tiene que decir Capella respecto a esto?
3.5.4.2.2. Ayn Rand y los axiomas
Ayn Rand era una defensora acérrima del individualismo, que utiliza como base filosófica para desarrollar todas sus teorías. En esto no se diferencia del austrianismo. ¿Por qué tiene Capella tanta tirria a esta autora? ¿No es el individualismo un axioma compartido por ambas escuelas?
El principal argumento que esgrime Capella para criticar el objetivismo afirma que los randianos rechazan completamente las emociones y solo dan importancia a la razón, es decir, no tienen en cuenta que la razón también se vale de las emociones para actuar y para dirimir. Pero Rand nunca negó las emociones. ¿Hasta qué punto la crítica de Capella va dirigida, no tanto a la escuela objetivista como a los miembros más radicales de dicha escuela?
Veamos lo que nos dice la autora de La rebelión de Atlas: “Las emociones son el resultado de tus juicios de valor; están causadas por tus premisas básicas, que puedes tener de forma consciente o inconsciente, que pueden ser correctas o incorrectas. Un capricho es una emoción cuya causa ni conoces ni te interesa descubrir. Ahora, ¿qué significa actuar por capricho? Significa que un hombre actúa como un zombi, sin ningún conocimiento de con qué está tratando, de lo que quiere lograr, o de lo que le motiva. Quiere decir que actúa en un estado de demencia temporal. ¿Es esto lo que llamáis “jugoso” y “colorido”? Creo que el único jugo que puede salir de tal situación es sangre. Actuar contra los hechos de la realidad sólo puede resultar en destrucción” Ante la pregunta de si se deben ignorar por completo las emociones, eliminarlas completamente de la propia vida, Rand contesta lo siguiente: “Por supuesto que no. Uno sólo tiene que mantenerlas en su lugar. Una emoción es una respuesta automática, un efecto automático de las premisas de valor del hombre. Un efecto, no una causa. No hay ningún enfrentamiento necesario, ninguna dicotomía entre la razón del hombre y sus emociones – siempre que él observe la relación adecuada. Un hombre racional sabe – o hace cuestión de descubrir – la fuente de sus emociones, las premisas básicas de las que proceden; si sus premisas están equivocadas, las corrige. Él nunca actúa basado en emociones que no puede explicar, cuyo sentido no entiende. Al evaluar una situación, él sabe por qué reacciona como lo hace y si está en lo cierto. No tiene conflictos internos, su mente y sus emociones están integradas, su consciencia está en perfecta armonía. Sus emociones no son sus enemigas, son su forma de disfrutar de la vida. Pero no son su guía, la guía es su mente. Esta relación no puede ser revertida, sin embargo. Si un hombre toma sus emociones como la causa y su mente como su efecto pasivo, si se deja guiar por sus emociones y usa su mente sólo para racionalizar o justificarlas de alguna manera – entonces está actuando inmoralmente, se está condenando a la miseria, al fracaso, a la derrota, y no logrará nada más que destrucción – la suya propia y la de los demás”
¿Hasta que punto, a tenor de lo visto, Capella se refiere en sus críticas al objetivismo de Rand, o por el contrario lo que intenta es motejar a algunos de sus miembros y sus herederos actuales?
3.6. Proyectos académicos
3.6.1. ¿Está Capella satisfecho con lo que ha conseguido en su vida? ¿Qué le falta por conseguir? ¿Cuáles son sus proyectos futuros?
Existe un rumor por ahí que dice que tienes una tesis entre manos. Pero nunca acaba de llegar. ¿Es verdad lo que dicen algunos, que a veces el polímata abarca tantos temas y tiene tantos intereses que acaba siendo una mente dispersa, incapaz de centrarse y sentarse a escribir un tratado, porque no tiene la suficiente constancia?
3.6.2. Para acabar, vamos a plantear algunas preguntas un poco más personales y jocosas, aunque sin abandonar del todo la seriedad.
3.6.2.1. Dinos cómo es un día en la vida de Capella.
3.6.2.2. Ahora una pregunta aún más particular (finalmente esta pregunta no fue planteada en la entrevista). Si quieres las respondes, o si quieres no. Capella compara en alguna de sus conferencias la religión y el matrimonio. En ambos casos se necesita el autoengaño. Sin embargo el engaño y el auto engaño suponen un esfuerzo considerable. La felicidad y los proyectos personales acaban dependiendo de otros. La religión es un proyecto compartido que sirve para la cohesión social, mientras que el amor sirve para la cohesión familiar. Pero todos estos proyectos roban mucho tiempo. ¿Existe una entrega a esos proyectos ajenos que es incompatible con el desarrollo de los proyectos propios? ¿Es por tanto incompatible la creencia en la religión o en las relaciones sentimentales con la vida del académico? ¿Es incompatible el reposo y la tranquilidad con el estrés del engaño y la mentira? ¿Es incompatible la razón y la verdad con el engaño y la mentira? O de forma más directa, ¿es Capella una persona religiosa o atea? Y en segundo lugar y no menos importante, ¿es Capella una persona solitaria, se ha impuesto esa soledad, por eso no está casado? Sabemos que Einstein se lo pensó mucho antes de casarse. Escribió una lista con los pros y los contras del matrimonio. Y aunque finalmente acabó contrayendo nupcias, su lista estaba bastante equilibrada. ¿Es incompatible la vida sentimental con el proyecto académico? ¿O es que Capella nunca ha encontrado a esa persona ideal?
FIN DE LA ENTREVISTA