Imagina que dispones de un pequeño terreno rústico en la montaña, con una espléndida fuente de la que brota un chorretón de agua cristalina. Imagina ahora que decidieses ganarte la vida cultivando hortalizas y vendiéndolas luego en el mercado de tu pueblo. Construyes un canal para irrigar la plantación, un cobertizo para guardar las herramientas, una valla para impedir que el ganado estropee la cosecha. Ahora imagina que una mañana, mientras estás trabajando afanosamente, se acerca tu vecino, que tiene un terreno anejo al tuyo, y te propone construir una acequia que atraviese por su propiedad antes de descargar el agua en la tuya. Te cuenta que esa es una manera más eficaz de regar, y te promete estimular el crecimiento vegetativo de las hortalizas mucho más de lo que ahora lo haces tú. La tierra del vecino es un secarral. Podrías sospechar que tu vecino tiene intenciones aviesas, que está tramando algo. Pero no lo haces, aceptas la proposición sin más y le dejas que construya la acequia. Por supuesto, con el tiempo tus hortalizas dejan de crecer al ritmo que lo hacían antes. El agua que recorre la presa de tu socio se evapora y se filtra por el suelo, mucho más de lo que lo haría si solo tuviera que recorrer tu finca. Además, tu vecino utiliza una parte de esa agua para asperjar las plantas de su propio huerto. Y te sigue prometiendo una producción mayor, para que no sospeches de él y pueda así proseguir con sus planes. Solo riega tus hortalizas cuando tú estás en la finca. El resto del tiempo, como es lógico, mira por las suyas propias. ¿Verdad que esta situación es ridícula? ¿Verdad que nadie saldría a defenderte si te llamasen estúpido? ¿Verdad que hasta un niño entendería que las hortalizas crecen mejor si las riega el propietario y si el agua no se demora tanto atravesando la finca del vecino? ¿Verdad que todos sospecharían de ese vecino? Sin embargo, esto es lo que pasa hoy en todo el mundo, a nivel global, y con relación al sueldo que ganamos los adultos cada día del mes, cuando acudimos a nuestros trabajos. El Estado se lleva un porcentaje considerable del mismo, nos dice que eso avivará nuestra economía, que los estímulos públicos que realice con ese dinero aumentarán la productividad de las familias y las empresas privadas. Y nosotros le creemos a pies juntillas, admitimos la necesidad del Estado y lo defendemos como si nos fuera la vida en ello. ¿Verdad que nos merecemos que nuestras hortalizas se pongan mustias y se acaben secando? Piensa en esto la próxima vez que un político te diga que la única forma de salir de la crisis es aumentando los estímulos y la inversión pública, bajando artificialmente el tipo de interés, dando subvenciones, incrementando los subsidios, favoreciendo determinados productos, etc… Y si aun sigues permitiendo que tu dinero fluya a través de sus terrenos (a través del chiringuito que tiene montado el político), sin ni siquiera alzar la voz para denunciar el expolio, no te quejes luego de que la vida te vaya mal y de que no puedas salir adelante, por mucha dedicación que le pongas. No hay duda de que tú habrás contribuido a agravar significativamente ese problema.
Buscador
- Follow El Replicador Liberal on WordPress.com
Facebook
CONFERENCIA Y DEBATE Teoría del Todo, patrimonio de la escuela austriaca:
Descripción: Eladio García nos presenta en esta conferencia del pasado 23-05-15 una clasificación gnoseológica y un aparato axiomático con los que poder componer un sistema completo de conocimiento, constitutivo de una ciencia radical de evidencias absolutas, íntimamente relacionadas con los principios más básicos de la Escuela Austriaca de Economía. En dicha conferencia se analizan los fundamentos filosóficos que caracterizan el ideario y el objetivo de la Escuela Austriaca y se propone un sistema axiomático inspirado en el concepto rothbardiano de la libertad individual.Sígueme en Twitter
Mis tuitsInstituto Arquitas de Tarento
https://www.facebook.com/groups/1526615147642067/-
Entradas recientes
Comentarios recientes
Owen C en La ley y las circunstancias: s… C Ó N D O R en Máximo Sandín: máximo exponent… Ernesto en Máximo Sandín: máximo exponent… Mis comentarios en F… en Mis comentarios en Facebook… gabriel en El feminismo: la negación de l… Archivos
- abril 2022
- marzo 2022
- febrero 2022
- enero 2022
- diciembre 2021
- noviembre 2021
- octubre 2021
- septiembre 2021
- agosto 2021
- julio 2021
- junio 2021
- mayo 2021
- abril 2021
- marzo 2021
- febrero 2021
- enero 2021
- diciembre 2020
- noviembre 2020
- octubre 2020
- septiembre 2020
- agosto 2020
- julio 2020
- junio 2020
- mayo 2020
- abril 2020
- marzo 2020
- febrero 2020
- enero 2020
- diciembre 2019
- noviembre 2019
- octubre 2019
- septiembre 2019
- agosto 2019
- julio 2019
- junio 2019
- mayo 2019
- abril 2019
- marzo 2019
- febrero 2019
- enero 2019
- diciembre 2018
- noviembre 2018
- octubre 2018
- septiembre 2018
- agosto 2018
- julio 2018
- junio 2018
- mayo 2018
- abril 2018
- marzo 2018
- febrero 2018
- enero 2018
- diciembre 2017
- noviembre 2017
- octubre 2017
- septiembre 2017
- agosto 2017
- julio 2017
- junio 2017
- mayo 2017
- abril 2017
- marzo 2017
- febrero 2017
- enero 2017
- diciembre 2016
- noviembre 2016
- octubre 2016
- septiembre 2016
- agosto 2016
- julio 2016
- junio 2016
- mayo 2016
- abril 2016
- marzo 2016
- febrero 2016
- enero 2016
- diciembre 2015
- noviembre 2015
- octubre 2015
- septiembre 2015
- agosto 2015
- julio 2015
- junio 2015
- mayo 2015
- abril 2015
- marzo 2015
- febrero 2015
- enero 2015
- diciembre 2014
- noviembre 2014
- octubre 2014
- septiembre 2014
- agosto 2014
- mayo 2013
- abril 2013
- marzo 2013
- febrero 2013
- enero 2013
- diciembre 2012
- noviembre 2012
- octubre 2012
- septiembre 2012
Categorías
Meta
Entradas y Páginas Populares
-
Únete a otros 77 suscriptores
-
Sin eventos próximos
Música para acompañar
Facebook
Blogs que sigo
- Follow El Replicador Liberal on WordPress.com
Comunidad
-
Únete a otros 77 suscriptores
Síguenos