El sindicato de la ignominia (UGT) y la nobleza del profesor (Rallo)


juan-ramon-rallo-libroEl profesor y doctor en economía Juan Ramón Rallo ha sido expulsado y se le ha rescindido el contrato que mantenía con RTE, solo un día después de su primera aparición, y tras la petición de UGT de que fuese eliminado de la parrilla del programa de la mañana donde tenía un espacio en el que hablaba y ofrecía sus recomendaciones económicas. Esta circunstancia es realmente grave; pone de manifiesto la bazofia de país que tenemos, y el servilismo que inunda y que carcome la estructura ostensible de los medios de comunicación y de las instituciones del Estado. El sindicato UGT no se preocupa por ocultar lo más mínimo su naturaleza censora. Motivo para suponer que habitamos un mundo lleno de estupidos y payasos, y de tiranos que manejan los hilos que sostienen a esos ignaros y que se mueven holgadamente entre bambalinas, ocultos bajo el velo especioso de la democracia. Palurdos todos que no distinguen el prestigio y la tradición intelectual de una corriente como la Escuela Austriaca de Economía (a la que pertenece Rallo) de esos infieles a los que ellos califican de derecha fascistoide. Sumidos en esa identificación, solo alcanzan a diferenciar dos contendientes: la derecha y la izquierda, y ahogados en su propio vómito solo aciertan a ver una razón: la razón totalitaria que siempre ha caracterizado al censor comunista. Mi apoyo máximo a Juan Ramón Rallo. Y mis condolencias a todos los que amen la libertad de expresión, que seguramente se sentirán hoy un poco más indefensos. Miguel Servet acabó siendo quemado en la hoguera, mientras sufría tremendos dolores (siempre usaban madera verde para que el fuego ardiese lentamente). Pero la sangre de su verdugo, y la de todos los verdugos que han venido después de él, ha seguido circulando por las venas, tal y como defendía el propio acusado. La verdad no se puede censurar. Aunque se mate al mensajero, el mensaje seguirá siendo el mismo. Lo único que puede hacer el sindicato de la UGT es defender una mentira, decirla mil veces para que la gente acabe creyéndosela, y demostrar con ello su carácter ignominioso y su bajeza intelectual.

 

Acerca de Eladio

Licenciado en biología. Profesor de instituto. Doctorando en economía.
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4 respuestas a El sindicato de la ignominia (UGT) y la nobleza del profesor (Rallo)

  1. Enrique Rus dijo:

    Me ha parecido muy interesante, le daré difusión, gracias

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  2. Ángel dijo:

    Un poco traído por los pelos lo de Miguel Servet, en todo caso la sangre correrá por las venas de los herederos de los inquisidores reformistas suizos, que fueron los que lo quemaron en Ginebra. Yo no comulgo con muchas de las ideas de Juan Ramón Rallo, pero le reconozco la virtud de la ponderación, el discurso bien estructurado y que es un fino espadachín en la forma que defiende ese mismo discurso. Eso, en este país, y en estos tiempos, me parece un lujo asiático. De UGT, para muestra un botón, he sido testigo de como por las mañanas se manifestaban contra la nueva ley laboral y las condiciones de los despidos, mientras por la tarde aplicaban esa misma reforma en los Eres a sus trabajadores, para perplejidad de los propios abogados del sindicato, con semejante bipolaridad interesada, lo raro es que no lo empalasen en directo. Existía la opción de que un representante de los sindicatos hubiese rebatido sus posturas en el programa, habría sido lo justo y enriquecedor, pero claro, yo soy un ingenuo, y además abuso del colutorio por las mañanas.

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  3. Jose dijo:

    Mire, no sé las circunstancias del hecho, pero es ridículo que las empresas públicas las dirijan los sindicatos.
    Los sindicatos tienen una función. Basta.
    Cuando esa función significa que una minoría (los funcionarios y los trabajadores de las empresas públicas) vive a costa del pueblo, eso tiene que terminar ¡ya!
    Cuando eso se hace con el dinero de los mileuristas, que no tenemos el colchón de papá Estado, eso tiene que terminar ¡ya!
    Hemos convertido España en un país en donde unos pocos tienen todo: funcionarios, sindicalistas, trabajadores de empresas públicas, y la mayoría no tiene nada, salvo dejarse extorsionar por los primeros.
    Además estos sindicatos han expulsado las empresas de España. Realmente han desindustrializado el país, convirtiéndole de un plumazo en un país en vías de desarrollo. Vamos para atrás como los cangrejos. Y todavía nos quejamos de que no hay trabajo. Con estos parásitos desde luego que no.
    Yo creo en la pluralidad de opiniones, por que nadie puede pretender tener la verdad absoluta. De hecho es muy sano que se eviten las censuras y los monopolios de la información (de ahí precisamente que TVE deba reflejar todas las opiniones y no sólo las del partido que detente el poder -mucho menos las del sindicato UGT).
    TVE nos cuesta muchísimo dinero todos los meses a los españoles, esfuerzo no justificado por los bajísimos índices de audiencia.
    Parece que hemos venido a este mundo para mantener a esta gentuza con la excusa que sea.
    Yo particularmente no estoy muy de acuerdo con la escuela austriaca de economía. Pero desde luego estoy muy en desacuerdo con las ideas que propugna este sindicato y su partido. Simplemente por que han demostrado que no funcionan. Mejor dicho: solo funcionan para que compren sus votos en Andalucía y Extremadura y para mantener una televisión que no funciona con el esfuerzo y el dinero del pueblo. Y eso en la gravísima crisis económica creada precisamente por estas políticas.
    O TVE funciona como tiene que funcionar, o se echa a todos estos parásitos al paro y se les cierra el chiringuito.
    Parece que la Transición ha terminado. Espero que también haya terminado para los corruptos y los chupópteros. Y ojo, que PODEMOS está a la vuelta de la esquina y les van a dar por culo a todos estos.
    Y mi consejo a los funcionarios, políticos, sindicalistas, liberados y demás basura: Si queréis una televisión, montáis la vuestra con vuestro dinero y nos dejáis en paz, que ya pagamos bastante por vuestros ERES, PERT, cursos falsos de formación y demás extorsiones.

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